30 octubre 2006

Ahorita vengo...

Me voy a festejar mi cumpleaños a Morelia, Michoacàn, y ya que andarè por aquellas purhèpechas tierras celebrarè noche de muertos en Pàtzcuaro y Janitzio, ya que no hay nada màs mexicano y bello que esas fiestas tarascas.

Esta es mi respuesta a la festividad extranjera llamada "Halloween".


NaCl-U-2


Remo.

27 octubre 2006

Calaveras, calaveritas.

(Pásele, pásele e identifique la suya).

Son tradiciones añejas
de esta tierra sin igual,
el hacerles calaveras
-en aras de la amistad-,
a quien con uno de veras
reconoce afinidad.

I.
La sirena en Barcelona
no dejaba de escribir,
cuando llegó la pelona
y le robó su existir.

II.
El amante de las fiestas,
las mujeres y Placebo,
no vivió su vida a medias,
la vivió con muchos webos.

III.
Dibujando una bolita
la muerte lo sorprendió,
ya no hay osos ni Lupitas,
sólo moscas en el blog.

IV.
La huasteca potosina
cuando vivo disfrutó,
más de lo alto de una cima
la huesuda lo arrojó.

V.
Hojas, pétalos y espinas
recortadas fueron ya
por la hoz de La Catrina
llora España, sin rosal.

VI.
En la capital del mundo
los dulces gota de miel,
se los hurtó un ser huesudo
¡Arroz!, oh mundo tan cruel.

VII.
El escribir no es estigma,
ni pecado, ni delito;
pero la muerte ya estima,
los enigmas de tu escrito.

VIII.
Con un diario bajo el brazo
de un rebelde conocido,
una sombra color pardo
se lo llevó a los abismos.

IX.
En Tampico se encontraba
comerciando artesanías,
La Calaca calva y flaca
le arruinó sus correrías.

X.
Siempre libres y muy locos
este grupo de borrachos,
enviaron el gozo al pozo
los amigos ex-a-uachos.

XI.
En la morada banqueta
una chica se paseaba,
sin advertir que ya muerta
por el mundo deambulaba.

XII.
Una oruga muy malvada
con el ceño muy fruncido,
fue presa de La Calaca
con ácido corrosivo.

XIII.
Fue otra vez, segundo intento,
en cosas siempre comunes;
nos dejó muriendo lento,
otro link que ya nos une.

XIV.
De un lugar no precisado
sin descuidar el status,
con estilo aletargado
murió in omnia paratus.

Termina el deshuesadero,
disculpen lo mal escrito,
las líneas que aquí leyeron
son de un Zórpilo maldito.


NaCl-U-2


Remo.

26 octubre 2006

La dichosa.

Nota importante: Hoy amanecí más Zórpilo que de costumbre, por favor absténganse de leer el siguiente cuento quienes consideren que los ofenden las palabras obscenas.

Aún estás a tiempo, de no leerlo, créeme que es algo sumamente vulgar, algo propio de un patán, después no digas que no te lo advertí…

Comienza el relato infame en:

5

4

3

2

1

Había una puta barata en cierta ciudad a quien apodaban “La dichosa”, ella se había ganado ese título porque cuando exponía sus razones siempre “condimentaba” su plática con un dicho.

Cierta vez al burdel llegó un hombre que calzaba muy grande, el tipo no sólo ofreció pagar la tarifa más alta a quien se la aguantara en variadas posiciones, sino además una buena propina si el servicio incluía unas buenas mamadas.

Ninguna de las prostitutas se animó… excepto (adivinaron ustedes), “La dichosa”.

Se dirigieron al cuartucho para “matar el oso a puñaladas”, entiéndase la anterior frase como sinónimo de copular, ayuntar, coger o culear.

Empezaron los arrumacos, el fulano se excitó y en un segundo se desnudó, “La dichosa” se sentó en el borde de la cama y tuvo frente a sí aquel enorme instrumento, asombrada lo tomó con las manos, acto seguido se santiguó encomendándose a todos los santos y luego fiel a su costumbre soltó esta frase:

“Ni me asusto ni me espanto, esta verga sí la aguanto”.

Y sí, pujó bastante pero sí la aguantó…


NaCl-U-2


Remo.

25 octubre 2006

Desdén.

Son tan pocas las veces que llueve en esta tierra, que invariablemente cuando ello ocurre me pone feliz.

Yo que más quisiera que salir a la calle corriendo en pleno aguacero, y confundir y mezclar la suave lluvia con el sudor que de mi cuerpo emane.

¡Ah, que fantasía la mía de correr un maratón con lluvia a raudales!, pero sólo es eso una fantasía, una pura ficción.

Desgraciadamente mi frágil sistema de defensas me reclama de inmediato y amenaza con postrarme en la cama sin dudar al primer amago de mojarme a la intemperie.

Así que aunque para muchos, en esta ciudad, les parezca una actitud no del todo masculina salir a pasear con paraguas en mano, siempre lo procuro y recorro las calles de esta capital.

Muchos al verme asombrados voltean a verse y murmuran sin parar.

¿Qué es muy raro ver a un hombre disfrutar la lluvia con paraguas negro?

A decir verdad me importe muy poco si me confunden con un homosexual amanerado o con un perfecto caballero inglés, pues el olor a la tierra mojada y el característico viento frío que golpea mi cara es un goce superior al estúpido: ¿Qué dirá la gente, que al pasar me ve?, ¡Pensarán mil cosas que no me convienen!...

Por esto hoy me siento radiante y alegre, ayer por la tarde caminé y canté bajo un cielo nublado, paraguas en mano y siempre desafiante de esta sociedad.


NaCl-U-2


Remo.

24 octubre 2006

Asombro.

Me considero un ser privilegiado por no haber perdido aún mi capacidad de asombro, y eso que los medios se empecinan en mostrarnos al por mayor imágenes violentas.

Todavía me sorprende la belleza de las fotografías, en especial las que parecen muy simples.

¿Porqué escribo hoy de esto? pues simplemente visiten hoy la página de El Enigma y lo comprobarán, redacción bajo el título "Concurso Shell de fotografías, la naturaleza y belleza a un click".

Mis favoritas fueron la de la foca y la del oso (que nada tienen que ver con la foca bifocal y el oso bipolar).


NaCl-U-2


Remo.

23 octubre 2006

Somos lo que comemos.

(Un cuento infernal).

Andrea me miró con extrañeza, las cosas que le había contado al parecer surtieron efecto, con un gesto de asco apartó de su mano el vaso de sopa instantánea y sin probarlo siquiera salió del comedor, yo aproveché la situación y de inmediato le exprimí un limón y derramé unas gotas de salsa picante sobre la olorosa sopa y acompañándola de unas galletas saladas devoré ávidamente aquel potaje con sabor a camarón que invitante esperaba sobre la mesa; era invierno y cualquier cosa caliente en el estómago me caería bien.

Toda la tarde me congratulé a mi mismo por la estratagema: había resultado el truco, no pocas veces había engañado a personas inocentes con cosas tan simples; y es que no era cosa de quedarme con un antojo...

Minutos antes de que Andrea extrajera el vaso de sopa instantánea del horno de microondas, me solté diciéndole cosas absurdas.

- Andrea, ¿En serio se piensa comer eso? –pregunté con un gesto de desaprobación.

- Sí, claro, es lo más rápido que puedo prepararme. –dijo Andrea con cara de hambre.

- Es que… no, mejor no le digo nada, ¡Disfrute su sopita! -dije intrigante.

- No, dígame por favor. -respondió ella con curiosidad.

- No, mejor no, cómale antes de que se enfríe. -intenté convencerla.

- No, no, no, ya empezó ahora termina, ¡Dígame! -amenzó Andrea.

Su femenina curiosidad fue creciendo exponencialmente en segundos e insistió fuertemente en saber que secreto me guardaba.

Ya en tono meloso, ya en tono amenazante, Andrea no me daba tregua con su interminable ruego, “cansado y rendido” decidí que me había “convencido” con sus argumentos y le conté el “rumor”, lo hice en estos términos.

- Pues mire, salió en la televisión que esas sopas son muy grasosas, y pues usted que cuida tanto su figura… pero no me haga caso, seguro son sólo mala publicidad de la competencia...

- ¿Y qué más? -inquirió ella.

- Pues que son alimentos que fueron desaprobados por la FDA del Gobierno de los Estados Unidos, y que se quieren deshacer de ellos a como dé lugar, por eso nos los envían, porque las empresas podrían quebrar si no se comercializan. -mentí elocuentemente.

Eso bastó para que Andrea, tan cuidadosa de su escultural cuerpo no volviera a probar ese manjar.

Este episodio de mi vida ocurrió en el lejano invierno del año 2000, desde ese entonces me convertí en un fiel comedor de sopas instantáneas hasta ayer…

¡No podía creerlo!, ¡¡Juro por Dios que no creía lo que leía!!

Llegué del trabajo bastante cansado y me senté en la sala, no encendí el televisor porque alcancé a ver una revista sobre los cojines del sofá que mi hermana había dejado olvidada, la abrí al azar y me concentré en un artículo: ¡Oh, terror de los terrores!

En la revista del consumidor se mencionaba que las sopas de vaso instantáneas de cualquier marca contienen en proporción con una sopa casera un 700% más de grasa (con el consiguiente incremento de triglicéridos y colesterol en las venas y en la sangre), además les agregan un ingrediente llamado “Glutamato monosódico”, el cual de acuerdo a los últimos estudios realizados en España por la Universidad Complutense de Madrid provoca hambre ansiosa, por lo cual uno nunca queda satisfecho con un vaso y siempre quiere seguir comiendo más de ese alimento chatarra, esa porquería...

Bien que lo sé, lo he experimentado en carne propia, miren que mi peso normal cuando comencé a ingerir esa basura era de 79 kilogramos, hoy me miro en el espejo y las lonjas me rebasan, para colmo la báscula no sabe mentir, mi peso actual es de 127.5 kilos.

Ya no me parece gracioso el engaño que le hice hace seis años a Andrea, en su momento reí a carcajada batiente de una buena puntada, pero el destino se ha encargado de abofetearme y devolverme con una broma macabra aquel hecho.


NaCl-U-2


Remo.

20 octubre 2006

Primera de gimnasia y magnesia.

Al entregar un documento a un empleado y solicitarle su firma y huella en el mismo esto fue lo que ocurrió:

- ¿Entonces firmo y pongo mi huella genital? - me dijo el caballero.

- ¡Su huella digital!, señor, si me hace el favor. - respondí claramente.

- Disculpe, ¡No sé que traigo en la cabeza! - sentenció el empleado.

- Ja, ja, ja - pensé discretamente, material para mi bitácora...


NaCl-U-2


Remo.

18 octubre 2006

Estimadísimos Lucas:

Efectivamente, siempre he creído en esencia lo mismo, que en el cristianismo todos podemos entender fácilmente los diez mandamientos, pero que es demasiado difícil llevarlos a la práctica.

Especialmente eso del "No fornicarás", (Ahí es donde dije, esto como que no es para mí), alguien llamado Mark Twain, se burló de este precepto, y decía algo más o menos así:

"Para los niños, ese mandamiento es totalmente abstracto".

Cuando yo tenía siete añotes y cursaba el doctorado de segundo año de primaria, a mí me pasó en la clase de catecismo lo siguiente:

- ¿Qué es eso de fornicar?, pregunté, -y la catequista sólo atinó a responder:

-Mmh.. no sé (Ignoro si realmente no lo sabía o simplemente evitó hablar del tema, como era muy joven ella, prefiero creer que no conocía nada al respecto).

Volviendo con Twain decía:

"Para los adolescentes, es una crueldad".

¡Uta madre!, con tantas hormonas a mil por hora y uno tener que aguantarse, lo peor de todo es que eso de no fornicar también incluye la masturbación, o al menos eso entendí cuando a los doce años en secreto de confesión un sacerdote me dijo:

- ¿Has tenido pensamientos impuros?, con mi habitual curiosidad respondí:

- ¿Qué es impuro?

- Es decir ¿Tocas tu cuerpo?- me respondió el cura.

- ¡Sí, claro! ¿Acaso hay alguien que no se toque diariamente cuando se baña? (Inocentemente yo me refería a pasar el jabón y el estropajo, por aquí y por allá, pero mi acción fue interpretada de otra manera)

- ¡Tres Rosarios!

(La penitencia fue mayor, pero no la recuerdo)

"Para los ancianos, es una burla".

A esa edad muchos ya no quieren queso, sino salir de la ratonera.

Claro que ahora con el famosísimo viagra la cosa cambia mucho, porque sí se les paraliza, pero el corazón (Aquí lamentablemente no puedo opinar mucho, porque aún no llego a esa edad y no he necesitado los servicios de la dichosa pastillita azul).

Así que eclécticamente, tomé el precepto satanista, sí leyeron bien, satanista, y que después promulgó a los cuatro vientos por allá de 1995 la mundialmente famosa pero efímera rola de Los del Río: "Dale a tu cuerpo, alegría Macarena, que tu cuerpo es pa´ darle alegría y cosa buena"...

Nota: No estoy diciendo ni que la rola ni los autores sean satánicos, es simplemente que ese corillo de la canción se ajusta para ilustrar el concepto.

Continuando con Mark Twain, - y dejando de lado mis mocedades-, decía que los seres humanos en ocasiones adoptamos características propias de los animales, por ejemplo:

Las tortugas, son tan lentas en realizar el acto sexual que a veces hasta se quedan dormidas en eso, y se dan por satisfechas con practicarlo una vez al año; mientras que las cabras, son todo lo contrario, un macho cabrío puede morir si es aislado y no satisface sus deseos sexuales; las cabras pueden viajar kilómetros con el único fin de aparearse, así que saltará bardas, alambradas y riscos con el único fin de copular.

Por algo aparece este animal simbolizado en el pentagrama como: "La Cabra de la lujuria" ¿A poco no han oído cosas como esto?:

"Tiene su esposa, pero anda de cabrón". Así es amibos, digo amigos, cabrón viene de cabra.

Pretender seguir una regla como "No fornicarás", para todos los seres humanos es absurdo, ya que en el mundo, muchos son como las tortugas (los ancianos) y otros tantos más como las cabras (adolescentes y adultos) y para colmo, los menos, son como muchos peces que se reproducen asexualmente, sin tocarse siquiera (metafóricamente correspondería a un célibe).

Yo zórpilamente me incluyo en todos los rangos, porque varía mi estado de ánimo de acuerdo a la estación climática, la situación económica, la relación laboral, etc.

Alegóricamente agregaré, que eso de "No comer carne", es como decirle a un león que no devore un búfalo, a un buitre que se vuelva vegetariano y a una vaca que coma carroña, ¿Tiene esto algún sentido?, al menos, no para mí.

"No fornicarás", y estoy seguro que todos hemos oído hablar al menos de un predicador, sacerdote, monja, ministro, pastor o simplemente un feligrés de hueso colorado seguidor a ultranza de las creencias judeo-cristianas, o como dice el vulgo "Alguien que es muy de la iglesia" que ha caído en la tentación, y es que eso de apegarse a las reglas de cualquier religión y llevarla al pie de la letra está cañón, o como decía el Reverendo Alegría de los Simpsons:

"Por Dios Marge, ¿Has leído esto? - y apuntaba a una Biblia-, ¡Según esto prácticamente ir al baño es pecado!, (A mí me causó mucha gracia).

Por supuesto que nunca he dudado que hay seres humanos que por propia convicción han elegido el ser castos, puros y célibes, mi respeto para ellos y mi total admiración, por su enorme fuerza de voluntad, yo sería incapaz siquiera de intentarlo porque vulgar y literalmente hablando, eso es "amarrarse los huevos", y no, no soy capaz de reprimirme tanto, vamos me conozco demasiado bien y sé mis límites.

Para no ser hipócrita ni siquiera conmigo mismo, mejor anuncio que desde hace muuuchos años yo no sigo ese mandato, y que caigo en la "tentación", tanto como sea posible y a veces más, o lo que es peor, en ocasiones no caigo, sino que me aviento, aunque claro con las debidas precauciones. ¡Chin! que mala onda vivir en la era del SIDA, del papiloma y del herpes genital, aunque viéndolo bien, antes lo incurable era la gonorrea y la sífilis.

Mañana, si las condiciones lo permiten, prometo analizar, eso sí muy chafamente el siguiente mandamiento, ja, ja, ja, no se asusten sólo era una de mis características y malas bromas.

P.D. Carta enviada hace un año exactamente a los ex-a-uachos, sobre mi postura (intelectual) respecto al sexo, que de mis posturas sexuales mi favorita es la de perrito.


NaCl-U-2


Remo.

16 octubre 2006

El misterio develado.

(René, Remo y El Zórpilo; un mismo ente, sólo que con tres nombres diferentes).

Algunas personas me han preguntado que si son tres personas las que escriben en esta bitácora, o si forman un grupo, una tríada o que onda, porque en algunos escritos aparece el nombre de René, en otros Remo y en otros El Zórpilo como autores, lo cual crea confusión en los lectores.

Nada más simple que lo siguiente:

Mi nombre como muchos de ustedes lo saben es René Morales, para todos mis documentos oficiales ese es mi verdadero yo, es el nombre que me dieron mis padres y con el cual fui registrado ante la Ley y “aceptado” por la sociedad.

Remo: Este nombrecito surgió como una necesidad, simplemente tomé la sílaba “Re” la cual son las dos primeras letras de mi primer nombre: René y “Mo” que son las dos primeras letras de mi primer apellido: Morales. Como pueden observar no me quebré mucho la cabeza para inventarme un pseudónimo, así que siempre ha sido como Remo el que firmo mis escritos invariablemente. Esta especie de anagrama, la comencé a utilizar desde que era adolescente, mis primeros cuentos o poemas están firmados como Remo, en un vano intento por ocultar al verdadero autor de quien los escribía. Podría decir que Remo representa mi súper yo.

Zórpilo: Si ustedes buscan esta palabra en el diccionario no la van a encontrar. A saber, es un regionalismo utilizado en pequeñas rancherías de los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila. Las gentes del campo profieren la palabra zórpilo para referirse a un ser despreciable, ruin, malsano, perverso, vengativo en fin, un auténtico hijo de puta. Fonéticamente la palabra zórpilo existe, aunque gramaticalmente no, tanto su escritura y ortografía son de mi entera creación, un invento mío. Podría decirse que el zórpilo representa mi ello.

Hay quien dice que la palabra zórpilo les remite a recordar un zorrillo, yo me inclino más a pensar que es una mezcla entre un zopilote y arpía, de cualquier forma estos dos últimos seres son poco decentes en su actuar, quizá alguien con facilidad para el dibujo me ayude a crear una ilustración de ese ente imaginario que aflora en mí de vez en cuando.

Cabe recordar que René antes de abandonar el darse a conocer en la bitácora, destruyó muchos de sus escritos, porque ya habían cumplido su cometido, que no era otro que el propio deleite personal como lector de Remo, fue ahí donde El Zórpilo, nació, se rebeló y decidió entrar en escena obligando a René a publicar sus textos, a pesar de El Zórpilo le importa una pura y dos con sal todo lo que escriba Remo y piense René.

Bien, ahora que ya saben un poco lo que ocurre dentro de esta atormentada y tormentosa mente, que conocen cual es mi ello, mi yo y mi súper yo, es tiempo de develar otro misterio, ahora en mi firma:

NaCl-U-2: Esta es mi firma para decir “Saludos”, como se sabe NaCl es la fórmula química del cloruro de sodio, lo cual no es sino la común y corriente sal, el resto de los símbolos se explican por sí mismos.

Sé que estoy lleno de lo que muchos considerarían claves, pero no lo son en realidad, sólo son simples ocurrencias de mi vida, aunque claro siempre habrá quien diga que me encanta complicarme la vida.


NaCl-U-2


Remo.

13 octubre 2006

Mortinato.

(Un cuento infernal).

De pronto quisiera escribir algo realmente interesante: describir alguna travesura de mi niñez o adolescencia, los amores por los estuve a punto de suicidarme, el dolor de perder a mis más queridos seres en un fatídico accidente, la satisfacción de haber hecho rabiar a un profesor, la frustración por no haber obtenido la victoria, la ira contra quien asesinó a mi mascota brutalmente, los fantásticos viajes por lugares indómitos, el canto de los pájaros en una escena bucólica, el frío descomunal de acampar en la ladera de una montaña nevada, la sed infinita por perderse en un desierto, el hambre por ser y no serlo, el goce de tener sexo en un lugar público y la sensación de sentirse a cada momento descubierto, el miedo al infierno por los pecados cometidos, la risa que se engancha de una bobería o de cómo saborear las mieles de los labios del bendito éxito.

Pero no, nada de eso me ha ocurrido, ni me ocurrirá jamás, para poder escribir sobre eso se necesita estar vivo, no muerto en vida como lo estoy yo, que desde que tengo uso de razón he estado condenado a la muerte, una muerte lenta y dolorosa.

Desde siempre he sido un ser dependiente en su totalidad, no puedo luchar contra mi destino, y esto no es porque sea un hombre temeroso, o porque le cause cobardía el pelear y rebelarme a mi existencia; no, es otra la razón.

Soy un ser aletargado cuyo desarrollo no ha sido completo desde el principio.

Mi cuerpo deforme comienza a dejar de funcionar, hoy sé que no habrá mañana y que no alcanzaré a sentir el tibio roce del calor del sol del nuevo día… mis horas están contadas, y mi breve existencia aquí será tan fugaz como la luz de un cometa.

¡Yo quiero vivir!, ¡¡Vivir!!

Me asfixio segundo a segundo, mi corazón comienza a dejar de latir y mi cerebro empieza a embotarse, sólo quiero decirles padres míos que los amo por haberme procreado y por esperar mi nacimiento con tanto amor, no es culpa suya mi malformación, algo se interrumpió en mi proceso de crecimiento… ya siento los estertores de mi pecho y la muerte se aproxima, una última patada desesperada en el vientre de mi madre es para lo que me alcanzan mis débiles fuerzas.

¡Siento frío y angustia!, cada vez más me cuesta trabajo respirar…

¡Dios qué frío!

¡Dios, déjame existir!

¡¡Qué fría, triste y oscura es la muerte de un no nato!!


NaCl-U-2


Remo.

11 octubre 2006

Cuernavaca, la ciudad de la eterna primavera.

En Cuernavaca es más fácil perderse que encontrarse, y no lo digo totalmente por mi estilo de vida que a muchos les parece disipada, sino por la geografía intrincada de sus calles, ya que al estar ubicada entre barrancas y cañadas hacen que sus cuadras difícilmente estén en línea recta.

Mi viaje comenzó saliendo de Chihuahua hacia la ciudad de Querétaro, unas cuantas horas más de sueño me costaron perder el autobús directo hasta Toluca; una vez en Querétaro me trasladé a Toluca y de ahí a Cuernavaca, debo decir que este último trayecto es hermoso, atravesando las Lagunas de Zempoala uno se pregunta: ¿Cómo es posible que desconozca tanta magia de mi país?

La emoción me embargaba cuando llegué a Cuernavaca, mil ideas revolotearon en mi cabeza, el rico calorcito me recibió y agudizó mis sentidos al máximo, pude apreciar olores y colores diferentes.

Mi amiga Susana pasó por mí en una de las cinco terminales con que cuenta esa ciudad, de inmediato me llevó a conocer Plaza Galerías, un centro comercial al aire libre, cuyo techo es una fina lona que no me explico como es que resiste el viento y la lluvia, y que hasta ha ganado un premio a la arquitectura a nivel nacional; primero vimos una película mexicana titulada “Efectos secundarios”, y después a comer comida internacional.

Nos preguntábamos donde deberíamos pasar la noche del grito, cuando Ady, (una amiga de mi amiga), nos invitó amablemente a su casa, sin pensarlo aceptamos, y con el tiempo justo para un rápido duchazo, llegamos a la casa familiar, quedé maravillado, la entrada a su casa está franqueada por altos edificios y sólo se accesa por un pequeño callejón de un solo sentido, una vez adentro se aprecia un lote hermosísimo, son varias hectáreas las que componen el terreno, dentro uno se olvida que está en una ciudad, dispersas se encuentran las casas en donde vive toda la familia de Ady, aquí un tío, allá sus padres, y en medio de las casas una exuberante vegetación con flores, arbustos y árboles enormes.

El sitio resultó perfecto, tanto me gustó que entre bromas le dije a Ady que si algún día deseaba vender su casa considerara mi oferta en primer lugar.

Una gran familia reunida vestida en colores verde, blanco y rojo nos recibió, ahí cada casa aporta algo a la cena, ya sea tamales, pozole, chiles rellenos, atole, cerveza, pan, chilaquiles, frijoles, arroz, guacamole, etc. los colocan en el centro y una pasa sirviéndose lo que más le gusta o le llama la atención, se dio el grito de independencia e inmediatamente comenzó el baile, las mujeres de la familia comenzaron a bailar la danza de los chinelos, (danza típica del estado de Morelos), al término de la cual una de las tías de Ady a quien apodan Doña Bola, me comenzó a servir los típicos “coscorrones”, (bebida con tequila y gaseosa de limón), momentos después me sacó a bailar y no tuve más remedio que ejecutar frente a los ahí presente mis mejores pasos de cumbia (ya ven como soy bailarín).

La fiesta finalizó y nos dirigimos al departamento de mi amiga, yo quería más acción, así que mientras ella se quedaba plácidamente dormida yo salí a la calle para tomar un taxi (explorar una ciudad desconocida y de noche aumenta de gran manera mi adrenalina produciéndome un extraño placer).

- Buenas noches señor, lléveme por favor a la Posada o al Pasaje del Zacate.

El taxista rió, y me dijo:

- Querrá usted decir a la Plazuela del Zacate, joven.

Ahí en la plazuela comienza un corredor con unos diez centros de diversión nocturna, hay para todos los gustos, ya uno se especializa en música electrónica, otro en música grupera, los hay de hip-hop, de mariachis, de rock, en otro sólo tocan banda sinaloense, etc.

La noche fue fantástica, llegué al departamento a las cinco de la mañana.

Al día siguiente nos levantamos temprano pues llegaba la hora de conocer Xochicalco, nos dirigimos a casa de Ady sin desayunar, y ¡Oh sopresa!, su tío desde hace un año instaló un desayunadero en ese pequeño edén, ni tardos ni perezosos dimos cuenta de suculentos tacos y consomé con garbanzos, aquel festín a la sombra de inmensos árboles más parecía ya un día de campo en forma que el inicio de un recorrido arqueológico.

Tomamos la carretera libre a Acapulco y no dejaba de maravillarme por la espesura de la vegetación y la inmensa variedad de flora del estado de Morelos.

Xochicalco significa “el lugar de la casa de las flores”, esta ciudad prehispánica fue construida en una montaña, sobre terrazas artificiales edificaron pirámides, lo cual demuestra un claro orden jerárquico militar y eclesiástico, pues no todos los habitantes podían visitar los diferentes terraplenes.

Lo maravilloso de esta zona, es que existen edificios esculpidos con marcada influencia, teotihuacana, olmeca, maya y zapoteca, cosa por demás extraña y curiosa.

La explicación ofrecida es que Xochicalco sirvió como punto de reunión entre sabios y astrónomos de diferentes culturas para unificar el calendario mesoamericano, así de relevante es ese sitio desde la antigüedad.

Desde la cima de la montaña, la vista es soberbia, a lo lejos se aprecian lagunas, poblados y haciendas.

Hay sin embargo dos “secretos” a buen resguardo de la mayoría de los visitantes, en una parte que a simple vista parece una azotea, se observa un pequeño hexágono que se introduce en la montaña como la boca de un pozo, para un lego el hecho no recubre de mayor importancia, pero es el punto medular de Xochicalco.

Cuando uno desciende por la arista norte se introduce en una gruta la cual lo lleva directo a donde se cuelan los rayos del sol, ¡Simplemente increíble!, en las entrañas de la montaña y debajo de las pirámides, durante algunos días del equinoccio de verano, el sol desciende a determinadas horas como un rayo, formando una columna de luz perfecta, recordemos la importancia que la agricultura tenía en la vida de los antiguos habitantes de América.

Servía además ese sitio como un observatorio, pues llevaban ahí los registros de los movimientos de los astros los antiguos sabios xochicalcas.

No era momento de desaprovechar la oportunidad: tomados de las manos hicimos un círculo alrededor del débil rayo solar, meditamos un momento y realizamos un pequeño rito que nos nació del alma, ignoro si alguien lo habrá hecho anteriormente o lo hará en el futuro, pero de esa manera honramos a la tierra y al sol.

El otro misterio de la zona, es que de frente a la primer pirámide cuando uno aplaude al unísono, el eco retumba con fuerza, devolviendo un sonido muy parecido al que emiten las guacamayas, relieves de estas aves se representan una y otra vez en las pirámides, no olvidemos que las guacamayas representaban en Xochicalco el tránsito solar.

Prácticamente los guardias nos sacaron del sitio a las seis de la tarde, pues nos negábamos a abandonar la antigua ciudad, el día finalizó con unas buenas cervezas en un bar al aire libre en el centro de Cuernavaca donde Susana me convenció que en lugar de regresarme en camión a Chihuahua y las consiguientes veintidós horas de viaje, lo hiciera en avión, por sólo trescientos pesos más de costo, la idea me gustó y compramos por internet un boleto en una nueva línea aérea que por promoción está baratísima (Interjet), ¡Vaya suerte la mía!, además Susy quería organizarme el sábado una pequeña despedida por lo que no necesitó más argumentos para convencerme.

El domingo fue dedicado exclusivamente a conocer museos y jardines, en el Jardín Etno-Botánico, las orquídeas ahí se dan como si fueran plantas silvestres comunes y corrientes.

El Jarín Borda, nos recibió con sus fuentes, cuenta la historia que en estos lugares Maximiliano y Carlota gustaban de pasear tranquilamente.

El museo Casa Robert Brady, impacta por la riqueza de figuras recolectadas a lo largo y ancho del mundo por su ex dueño, ya una figura traída de La India, China, Japón, Filipinas, Guatemala, Brasil, Ghana, Arabia, en fin que ese señor si que sabía vivir (así quisiera ser cuando sea grande), el día concluyó con la típica visita a La Catedral para apreciar su belleza y con una comida-cena en el restaurante Marco Polo.

Solo como buen mochilero, me dirigí el lunes a visitar Tepoztlán, es tal el magnetismo del cerro del Tepozteco, que lo apodan: “el cerro mágico”. Ahí se pierde totalmente la señal del teléfono celular, dicen (no me consta) que las brújulas se vuelven locas.

Con orgullo debo de decir que subí hasta la cima del cerro en treinta y dos minutos, aclaro que hay escaleras de piedra, pero aún así no es un simple paseo por el parque, en la cima, existe un pequeño templo donde se ofrecían sacrificios humanos con extracción del corazón a los dioses de la cosmogonía indígena.

A mi descenso fue que probé la comida típica de Morelos, los huauzontles, pequeñas ramitas vegetales las cuales debe uno separar del follaje, pues éste último es el comestible, no así las ramas que son amarguísimas, (me lo advirtieron pero quería comprobarlo).

El día siguiente fue el turno de conocer “El Castillito”, se dice que era la casa del guardabosque, su edificación remite a un castillo europeo, con un pequeño puente pero en pequeñísimas proporciones, no en tamaño mayor a una casa de una planta, hoy es un museo fotográfico.

Las Barrancas de Amanalco también merecieron mi descenso, en plena Cuernavaca, atraviesa uno un puente parecido a un acueducto, que en su época fue mandado construir por el nunca bien ponderado dictador Porfirio Díaz, desciende uno a la barranca y se encuentra de pronto en medio de la selva con un clima y ecosistema diferente, con cascadas de agua y plantas endémicas, es decir, ¡No existen en ninguna otra parte del mundo!, el día finalizó con la degustación como cena de ciruelas color amarillo, hasta ese día yo sólo conocía las ciruelas moradas.

Me tomó otro día conocer el mercado de comidas y artesanías, saborear los bisquettes de Hermosillo, recorrer la Plaza Cuernavaca, visitar la iglesia la asunción, lugar obligado porque toda su fachada es recubierta con flores por personas que viajan desde Iztapalapa para cumplir una manda religiosa que tiene cerca ya de veinte años, y que año con año con puntualidad rigurosa cumplen, y por último cenar en la India Bonita, el restaurante más antiguo de Cuernavaca, carísimo, pero que bien vale la pena, cuenta la leyenda que el emperador Maximiliano tenía de amante a una indígena, que por su extremada belleza le llamaban La India Bonita.

Otro día más se sucedía y Teopanzolco no quedó exento de mi visita, es una zona arqueológica pequeña, dentro de la ciudad de Cuernavaca pero bien vale la pena tocar sus piedras, la mayor parte de ese día lo dediqué a visitar el Palacio de Cortés, imposible describir las maravillas ahí encontradas, ídolos de piedra, armaduras españolas, cañones, carruajes antiguos, telares, etc., y para rematar un espléndido mural donde Diego Rivera plasmó la historia del estado de Morelos, las guerras de los nativos contra los aztecas, la conquista española, la época del virreynato y finalmente la independencia y la revolución, termina el mural con sendos dibujos de José María Morelos y Pavón, y de Emiliano Zapata, simplemente indescriptible.

La parte baja del mural está realizada con una técnica como si sólo hubiera utilizado un lápiz, tal es la destreza con que fue hecho que la ilusión óptica hace creer que está esculpido, la parte alta es el mural pintado a colores, ¡Qué genio era Rivera!

Por la tarde fui convidado a asistir al mejor gimnasio de Cuernavaca de forma gratuita, no era motivo para negarme, así que la caminadora a buena velocidad y recorrí ocho kilómetros, siguió una clase de “spinning”, escaladoras, pesas y terminé el día con un duchazo y un baño de vapor dentro del gimnasio.

¡Viernes por fin!

Temixco necesitaba ser explorado por mí, este sitio es famoso por su ex hacienda hoy convertida en un bellísimo balneario con los más diversos juegos acuáticos, confieso que después de nadar vigorosamente pasé al menos un par de horas en los jacuzzis, con un delicioso coco al lado, ¡Qué día tan feliz!, nuevamente los guardias prácticamente tuvieron que correrme del lugar; la cena se llevó a cabo en el Café Buba, magnífico restaurante vegetariano, en el cual por sesenta pesos uno se sirve de lo que quiera hasta satisfacer el hambre más feroz.

Como era de esperarse el viernes me lancé a la discoteca predispuesto con mis mejores pasos de baile, ¿A dónde?, pues a los antros de la Plazuela del Zacate.

El sábado fue de flojera, mis pilas se estaban agotando, así que mi amiga Susy me acompañó a un lugar que se llama La Tía Licha, si alguna vez van a Cuernavaca este es el mejor lugar para comer mariscos, a un buen precio le sirven a uno cantidades industriales de camarones, nuevamente nos dirigimos a Plaza Galerías para ver una película tontona, "El diablo viste a la moda", pero lo importante en sí no era la función, sino pasar más tiempo en compañía de mi amiga Susy, con quien no compartía nada desde hacía dos años.

El domingo me levanté a las cuatro de la mañana, hice mi maleta en media hora, un rápido baño y me fui a la central en taxi.

Llegué a Toluca a las siete de la mañana, tomé un delicioso desayuno de ¡veintidós pesos!, consistente en atole y tamales, de ahí me fui al aeropuerto… al tiempo que recibía un mensaje de Susy que estaba molesta porque ella me quería llevar a la central camionera, pero no tengo el corazón tan duro como para despertar a una dama a las cuatro de la madrugada…

Apenas había tomado asiento en la sala de espera y un rostro me pareció conocido, un amigo a quien hacía seis años no veía también viajaba en avión a Chihuahua, ¡Increíble!.

Gigis era un practicante cuando lo conocí en la empresa en la que laboraba, luego el destino nos llevó por diferentes rumbos, perdimos comunicación y nunca supimos el uno del otro, por supuesto que teníamos asientos diferentes, pero negocié inmediatamente no bien hube mal abordado el avión, así que mi lugar de ventanilla fue intercambiada por el asiento contiguo a Josué, brindamos con cerveza por nuestra amistad y por ese feliz reencuentro totalmente inesperado.

Entre risas llegamos en dos horas más llegamos a la Señora del Desierto, Chihuahua.

Todo salió según lo planeado, ¡Gracias Susy, gracias Ady, gracias vida!, desde ya me declaro listo y preparado para la siguiente travesía: los planes están elaborados y en su punto.

Morelia, Michoacán amenazo con visitarte a fines de este mes y principios del próximo, así celebraré en tierras tarascas mi cumpleaños y el muy especial día de muertos en Pátzcuaro y Janitzio.


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Remo
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10 octubre 2006

¿Suerte?, ¿Casualidad?, ¿Coincidencia?...

Ayer en la tarde recibí una llamada a mi teléfono celular, era Lety.

- Hola Rubén, ¿Cómo estás?

- Bien, gracias ¿Y tú?

- Oye, ¿Perdiste tu cartera?

- ¡¡Sí!!, ¡No me digas que tú la tienes!

- Pues casi, me habló en la mañana una señora que la encontró, pon atención para que anotes los datos y pases por ella…

Recuerdo que hace tres meses me encontré un teléfono celular en la calle, lo recogí y en unos minutos comenzó a timbrar, ese móvil era propiedad de Lety, me proporcionó su dirección y se lo llevé hasta su casa.

Se mostró muy agradecida, pues es una alta funcionaria del Gobierno Municipal y la mayoría de sus contactos se encontraban en la agenda de ese aparato; intentó darme una recompensa, pero la rechacé caballerosamente, como congeniamos de inmediato quedamos en salir a pasear algún día; me despedí de ella y anoté su número telefónico en un recibo de banco el cual inadvertidamente metí en la billetera.

El tiempo pasó, y el lunes pasado al abordar un taxi perdí mi cartera: en ella iban mi credencial del IFE, mi licencia de manejar y mi gafete del trabajo.
No pude recordar con exactitud cuando extravié mi billetera, seguro se me salió de la bolsa trasera del pantalón al bajarme del automóvil.

Me sentí triste por mi mala suerte, eso de sacar nuevamente las credenciales no me parecía nada divertido, ni que decir de los doscientos pesos que aún guardaba; pero hoy el azar me ha comenzado a sonreír nuevamente.

La señora que encontró la cartera en la calle, no vio ningún número telefónico para localizarme… excepto el número de Lety garabateado en aquel recibo “olvidado”.

Hoy en la tarde Lety y yo iremos al teatro, platicaremos de esta anécdota, nos conoceremos un poco más y quien sabe, nadie conoce el futuro, así que el resultado final se antoja de pronósticos reservados.


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Remo.

09 octubre 2006

Maldito otoño.

No me agradan los cambios de estación, este otoño de plano me ha sentado mal, lo detesto.

Y miren que a pesar de tomar diariamente jugo de naranja, el frío viento que ha comenzado a soplar desde el norte ha minado mi frágil sistema de defensas.

Hace exactamente cuatro días me ha comenzado un pequeño flujo nasal, en mí cualquier síntoma por pequeña que sea reviste de mayor importancia, pues propenso soy a coleccionar inflamaciones de garganta, tos, fiebres y por supuesto catarros.

Me he mirado varias veces las amígdalas en un espejo y aunque rojas aún no aparecen los temibles puntos blancos en ellas que tanto me desagradan, no hay tiempo que perder, armado de pastillas de miel de abeja con eucalipto y sauco me he dedicado a contra arrestar cualquier efecto nocivo durante dos días.

Aunque no me lo he buscado, sé que con mi estilo de vida incito a virus y bacterias a atacarme, pero no es mi intención.

Recientemente se presentó el grupo de rock Molotov y no sólo acudí a la primera fila después de desafiar a punta de codazos, empujones y puntapiés a quienes me impedían llegar a mi objetivo, sino que comencé a brincar al ritmo de "Frijolero", y arrojarme al "slam" a los primeros acordes de "Chingas tú, chingo yo, y chinga a tu madre", dando como resultado que sudé como bestia de carga, logrando descargar toda mi energía negativa.

No bien hubo terminado el concierto, y todavía con la camisa escurriedo, mi amigo Álvaro compadecido hasta las lágrimas de mi tremenda deshidratación me invitó a rehidratarme adecuadamente tomando cerveza; él sabe que soy proclive a la bebida atribuida a Gambrinus.

Acepté con la condición de que fuéramos a la terraza de la Taberna, lugar único en esta ciudad capital, porque está situada en el techo del cuarto piso de ese edificio, el cual me agrada sobre manera porque es un lugar al aire libre (ya saben, respirar humo de cigarro me provoca alergia de inmediato).

Nos dedicamos a libar negras modelos como lo haría un mosquito tigre hembra ante un par de pies con olor a queso francés, ya enfiestado comencé a bailar como una locomotora sin una de sus ruedas, tal fue el "éxito" de mi expresión corporal, que atrajo a un nativo de Monterrrey, el cual me preguntó que si era yo extranjero y me encontraba de vacaciones, porque al parecer bailaba como si nadie me estuviera viendo, a lo que respondí emocionado que desde bastantes años me importa un soberano cacahuate la opinión que los demás puedan tener de mí.

Debe haberle gustado mi respuesta porque se nos unió al festejo y hasta se enojó con sus amigos y amigas que no quisieron participar en nuestra clase maestra de movimientos improvisados (A Karol le consta que los regios siempre se me acercan a sacarme plática, sea por la camisa que uso o por mi muy deshinibida forma de bailar).

De inmediato no lo sentí, quizá por la cerveza ingerida; pero al día siguiente me comenzó a doler la garganta, las anginas amanecieron más rojas que de costumbre y recordé mi época moza cuando la voz me estaba cambiando en la adolescencia... sí amigos y amigas, traigo sonido estereofónico integrado.

Pero la culpa de todo la tiene el maldito otoño, ah, si no existiera esta estación y la que le sigue sería completamente feliz.

No pienso pelarlo, antes bien lo voy a retar, hoy en la noche me largo a presenciar al Ballet de Hungría, no es cosa de desaprovechar un evento de corte internacional así como así, aunque mañana... mañana ya lo sé, me levantaré con el cuerpo cortado, con los ojos llorosos y hasta con molesta tos, pero con el espíritu fresco, fortalecido y sublimado... maldito otoño.

P.D. Necesito un repelente de virus y bacterias otoñales, se aceptan sugerencias.


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Remo.

06 octubre 2006

Viernes 13.

¡Uuyyy, que miedo!

La pura fecha remite de inmediato a una antigua película de "terror" ochentera donde un psicópata con máscara de hockey asesinaba personas a diestra y siniestra, pero no es el caso...

A pesar de haber recibido últimamente mensajes muy agresivos de parte de un tal Jason donde amenaza con presentarse motosierra en mano y afectar mi integridad física, mental y espiritual por llevar adelante este plan, me paso por el arco del triunfo sus intentos de intimidación y con orgullo anunciamos lo siguiente:

Producciones Webita y El Zórpilo presentan:

“Conversaciones al calor, sabor y olor de una buena taza de café con el monero Kabeza”.

Ven y asiste a esta divertida reunión cuyo invitado de honor es sin duda una de las máximas glorias moneriles de esta tierra, quien día a día nos divierte pero también nos hace pensar en El Diario de Chihuahua y periódicamente en Milenio.

La cita es el próximo viernes 13 de Octubre en punto de las 8:00 de la noche, en el café Kaldi.

Para quienes no lo saben, ese lugar se encuentra ubicado en el Paseo Bolívar, casi enfrente de la Quinta Gameros (ojo, no confundir con el café Venti).

Quedan todos ustedes cordialmente invitados.

Si alguien desea comprar playeras o libros de Kabeza, favor de hacérselo saber en su página o directamente a su correo.

Evento gratuito, sí menores.


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Remo.

05 octubre 2006

El futuro de México.

- Y entcs ke onda kon ese niño we?, si o si? –le preguntaba Susy a Anahí.

- Ay, no manches we!, komo kres?, o zea, para nada we!, o zea, no te digo ke no me gusta ese niño, we, de hecho si, pero es un mega nakete, nada ke ver we! –contestó Anahí.

A lo lejos se escuchó con potencia la voz del padre de Anahí:

- ¡¡Anahí, deja ya ese maldito chat y ven a cenar de inmediato!!

- Ay ke biolencia pa!, ya voy! –respondió molesta.

- Ay ke mala onda we!, me tengo ke ir, mi pa esta en un SUPER MAL, no se ke le pasa –le escribió a Susy.

- Ni pex, amix!

- Ya se!, mi pa me dice ultima/m ke estudie mucho porke yo soy el futuro de MEXIKO, tu kres?.

- O zea tenkiu, we! –“agradeció” Susy.

- Ya se, we!, ke weva!

- Fuera echiso, fuera echiso! –le exorcizó Susy.

- Vueno, amix, estamos en kontakt. –se despidió Anahí.

- Bai, amix, tkm. –respondió Susy.

- Yo tmb.

P.D. Conversación imaginaria inspirada en lo que Sivoli acaba de escribir de las nuevas generaciones, las cuales aunadas a su falta de cultura y educación se afanan en degradar el castellano.


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Remo.

04 octubre 2006

Conchita…

Había en la Universidad una chica preciosa, a quien todos le decían de cariño Conchita, ella tenía una cara de muñequita, parecía de porcelana, sus modales eran tan dulces, delicados y finos, que despertaban al instante mis más bajas pasiones y sucias ideas.

Cierta vez nos encontrábamos mi amigo Lucas, mi amigo David y yo platicando fuera del salón de clases, y me brotó una frase desde el fondo de mi corazón:

Yo: - ¡Quisiera ser tortuga!

Lucas: - ¿Qué?

David: - ¿Y eso para qué?

Yo: - ¡Para dormir con Concha!

Los tres: - Ja, ja, ja.

Lo incómodo fue que Conchita nos estaba escuchando a nuestras espaldas… de ahí en delante jamás se atrevió a volverme a mirar a los ojos, y siempre se ruborizaba cuando pasaba a mi lado… nunca pude volver a ganarme su confianza.


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Remo.

03 octubre 2006

“…Ven, ven, ven, vamos a Tabasco, que Tabasco es un edén…”

Continuación del relato de mis vacaciones del mes de julio…

Otro cálido lugar me esperaba: Villahermosa, Tabasco.

Con un fuerte abrazo de fuego esa ciudad me recibió en cuanto bajé del A.D.O., mi amigo Edward ya estaba presente cuando arribé a la central camionera e insistió en que debía de hospedarme en su casa para facilitar los viajes dentro del estado, ya que únicamente contaba con dos días para recorrer por segunda vez la capital tabasqueña.

Esa misma tarde, salimos a recorrer el museo de “La Venta”, hermoso vestigio de la cultura madre mesoamericana que de no haber sido por Carlos Pellicer que con gran esfuerzo trasladó a la ciudad desde su sitio de origen tales esculturas olmecas, hubieran desaparecido en medio de los trabajos de búsqueda y la perforación de pozos petroleros.

Nuevamente me dí a la tarea de acudir al mercado para devorarme un pejelagarto, especie de animal situado a mitad de la evolución entre un pez y un lagarto (si Darwin lo hubiera visto temblaría de la emoción), este ser es endémico de Tabasco, su sabor es muy fuerte para quienes deseen probarlo alguna vez, pero no desagradable; también me deleité con una refrescante agua de carambola, fruta de la que desconocía su existencia por completo y que recomiendo ampliamente, su sabor es dulce, pero al mismo tiempo un poco picosito, muy refrescante por las altas temperaturas que se registran en la selva.

Al día siguiente encaminamos nuestros pasos desde temprano hacia Comalcalco pasando por Nacajuca, esta zona arqueológica es única ya que las pirámides mayas que ahí se encuentran no están hechas de piedra, sino de ladrillos, cosa que me llamó poderosamente la atención, pues su altura es bastante considerable y recuerda un poquito a Palenque en el estado de Chiapas.

Comalcalco, cuyo nombre significa el lugar de los comales, se ubicababa estratégicamente en la frontera comercial entre el imperio azteca y los ya decadentes cacicazgos mayas, era un sitio de intensa actividad y es cercano aquí el lugar en donde los españoles desembarcaron y La Malinche fue regalada a Hernán Cortés, recordemos que aquella hermosísima mujer hablaba ambos idiomas, el náhuatl y el maya, hecho que a la postre traería enormes consecuencias en la conquista de México; tan sólo de imaginar que quizá mis plantas pisaron el suelo cientos de años después que aquellas personas me erizó la piel.

Por supuesto que terminado el recorrido, nos dirigimos a una hacienda para conocer el proceso de la elaboración del chocolate, el guía nos llevó a conocer el árbol del cacao, incluso probamos la fruta en su estado natural y posteriormente observamos su transformación; no se dejen sorprender amigos: el verdadero chocolate sólo contiene azúcar, canela y cacao; cuando menos un costalito de chocolate fue embarcado hacia mi casa.

Dentro de la hacienda existe un verdadero jardín botánico, por lo que nos dimos vuelo tomando fotografías entre árboles, nenúfares y frutas exóticas.

La premura esta vez no me dejó visitar la casa de los azulejos o la catedral, de cualquier manera, este viaje fue disfrutado al máximo.

Agradezco a Edward su hospitalidad y prometo ser recíproco si algún día desea visitar esta ciudad capital.
Otro día por la mañana partí rumbo a Veracruz, mi destino final.

Desde hacía días había amenazado a Karol con visitarlo, así que la oportunidad se presentó, llegué al puerto en la tarde, y de inmediato mi amigo se lanzó a darme la bienvenida; manejando hacia el centro de la ciudad en medio de un chipi-chipi (lluvia menuda en la jerga del jarocho), me llevó a conocer su oficina y hasta pude admirar por la ventana los astilleros que tanto me gustaron en la fotografía que presentó en su página alguna vez, de ahí a cenar una torta con un par de cervezas.

Karol amablemente me invitó a dormir en el sofá de su departamento, propiedad de otro amigo suyo, no era momento de desaprovechar una oportunidad así, pues lo que me ahorraría en hotel bien podría gastarlo en cerveza esa noche.

Comenzamos el recorrido por un bar tipo irlandés, y posteriormente seguimos en dos antros pequeños, confieso que la bebida hizo sus estragos en mí, pero no tanto como para derribarme, al día siguiente después del desayuno, Karol me llevó a la central camionera desde donde completé la travesía hacia mi Chihuahua amada.

Directo a mi repisa de recuerdos inestimables y preciados objetos recolectados en mis viajes se fue uno de los dibujos que él diseñó y que fue tema central de uno de sus textos, así como una muñequita tehuana que Karol me regaló, y que fue centro de mesa en su graduación, (ya he dicho en la anterior bitácora las bajas pasiones que acostumbran desatarme las mujeres del istmo de Tehuantepec con sus elegantes vestidos de terciopelo negro y sus flores bordadas, además de los hermosos resplandores blancos con que enmarcan y adornan sus rostros).

Queda pendiente el viaje a Tampico, Tamaulipas pues por falta de tiempo no tuve oportunidad de visitar a mi amigo Carlos, y ya van dos ocasiones que me quedo con ganas de conocerlo, pero desde aquí le prometo firmemente visitarlo en un futuro.


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Remo.

02 octubre 2006

Credo.

México, creo en ti,
como en el vértice de un juramento,
tú hueles a tragedia, tierra mía,
y sin embargo ríes demasiado,
acaso porque sabes que la risa
es la envoltura de un dolor callado.

México, creo en ti,
sin que te represente en una forma
porque te llevo dentro, sin que sepa
lo que tú eres en mí; pero presiento
que mucho te pareces a mi alma,
que sé que existe, pero no la veo.

México, creo en ti,
en el vuelo sutil de tus canciones
que nacen porque sí, en la plegaria
que yo aprendí para llamarte Patria;
algo que es mío en mí como tu sombra,
que se tiende con vida sobre el mapa.

México, creo en ti,
en forma tal que tienes de mi amada
la promesa y el beso que son míos,
sin que sepa por qué se me entregaron;
no sé si por ser bueno o por ser malo
o porque del perdón nazca el milagro.

México, creo en ti,
sin preocuparme el oro de tu entraña;
es bastante la vida de tu barro
que refresca lo claro de las aguas
en el jarro que llora por los poros
la opresión de la carne de tu raza.

México, creo en ti,
porque creyendo te me vuelves ansia
y castidad y celo y esperanza,
si yo conozco el cielo, es por tu cielo,
si conozco el dolor, es por tus lágrimas
que están en mí aprendiendo a ser lloradas.

México, creo en ti,
en tus cosechas de milagrerías
que sólo son deseo en las palabras,
te consagras de auroras que te cantan
¡Y todo el bosque se te vuelve carne!,
¡Y todo el hombre se te vuelve selva!

México, creo en ti,
porque nací de ti, como la flama
es compendio del fuego y de la brasa;
porque me puse a meditar que existes
en el sueño y materia que me forman
y en el delirio de escalar montañas.

México, creo en ti,
porque escribes tu nombre con la equis,
que algo tiene de cruz y de calvario;
porque el águila brava de tu escudo
se divierte jugando a los "volados"
con la vida y, a veces, con la muerte.

México, creo en ti,
como creo en los clavos que te sangran,
en las espinas que hay en tu corona,
y en el mar que te aprieta la cintura
para que tomes en la forma humana
hechura de sirena en las espumas.

México, creo en ti,
porque si no creyera que eres mío
el propio corazón me lo gritara
y te arrebataría con mis brazos
a todo intento de volverte ajeno,
¡Sintiendo que a mí mismo me salvaba!

México, creo en ti,
porque eres el alto de mi marcha
y el punto de partida de mi impulso,
¡Mi credo, Patria, tiene que ser tuyo,
como la voz que salva y como el ancla...!

Ricardo López Méndez.

P.D. Este poema lo escuché en un concurso a la edad de diez años. Hasta hace poco desconocía su título y su autor, pero durante el reciente viaje a la ciudad de Cuernavaca, lo encontré: estaba ahí esperándome pacientemente frente al Palacio de Gobierno, de inmediato lo reproduje en mi agenda de bolsillo y hoy lo muestro ante ustedes. Sea esta una forma para que me conozcan un poquito más y al mismo tiempo comprendan el inmenso amor que le profeso a este país.


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Remo.