25 febrero 2008

Dioses.

Alguien cuyo nombre omitiré me comentó que porqué no participaba en un ejercicio literario que se llama metatextos.

Le dije que era totalmente ignorante a ese respecto.

Insistió enfáticamente, diciéndome que por ejemplo creara un texto a partir de la palabra “dioses”.

Sonreí y dije en voz alta:

Humanidad: incapaz de desarrollar un diminuto antivirus que contrarreste los efectos del SIDA, pero que en cambio se atreve diariamente a crear omnipotentes dioses... ¿Satisfecho?.

Hubo un breve silencio, seguido de burlona risa entre mi interlocutor y yo.


NaCl-U-2


Remo.

20 febrero 2008

Omáwari.

Soy Rarámuri, soy Pima, soy Totonaca, soy Cree, soy Hopi, soy Huichol…

Desde Veracruz llegaron los totonacas a educarme en el significado de la danza de los negritos.

De las heladas tierras de Canadá los Cree me embelesaron con sus cantos.

De las llanuras de los Estados Unidos, los Hopi me emocionaron con su danza del águila.

Pero ninguno me conmovió más que los Pimas, mis Pimas de Chihuahua…

Al interpretar su pascola, el viento me abofeteó fuerte en la cara al recordarme que su cultura está al borde de la extinción: entienden entre ellos el lenguaje pima, pero los niños ya sólo hablan el idioma español.

Con infinita sencillez invitaron a las demás tribus ahí reunidas a danzar y como uno solo, los Pimas de Arizona fueron los primeros en unirse, les siguieron los Huicholes, los Cree, los Rarámuris, los Hopi y los Totonacas; juntos en esta aldea global formaron un círculo y continuaron danzando por largo rato…

Y yo, pobre de mí, no fui capaz de evitar que mi pecho se inflamara y como un niño me lancé al convite que me hicieron los Huicholes de Nayarit en la danza del venado.

* Omáwari: Fiesta de encuentro de las naciones indígenas hermanas de Chihuahua.


NaCl-U-2


Remo.

12 febrero 2008

Hoy por hoy la lujuria.

¿Y tú?, ¿Cuál de los siete pecados capitales eliges?


NaCl-U-2


Remo.

07 febrero 2008

Ren-ací remo-jado.

A lo lejos se divisaba una enorme boca de lobo que amenazaba feroz con devorarme, ese día en especial me sentía compungido en extremo y me preparé solemnemente para el sacrificio.

Esperé a quedar solo… sólo el silencio me acompañaba mientras dejaba que la corriente me arrastrara.

Justo al atravesar de la penumbra hacia la total obscuridad de la caverna, comencé a flotar boca abajo, cerré los ojos lo más fuerte que pude y continué nadando a ciegas.

Por largo rato sólo escuché el bullicioso latir de mi corazón y casi a punto de que me explotaran los pulmones emergí a la superficie, grité desesperado, dí un puñetazo en la rocosa pared y con alivio observé como un rayito de sol tímidamente se colaba en el cenote.

Renací hace dos meses en la pequeña caleta que no se llama más Polé.


Nacl-U-2


Remo.