28 septiembre 2012

El síndrome de chingas-de oquis.

De esta forma es como me he dado a la tarea de titular el "estado físico-mental" por el que actualmente atravieso.

Y es que no puedo llamar de otra manera el hecho de que durante los entrenamientos (incluso los más extenuantes), todo me salga muy bien, que cumpla cabalmente con el programa que se me indica y que al momento bueno, es decir el de la competencia, me sienta totalmente amarrado, y no pueda desarrollar mi mayor velocidad.

Por eso es que lo he denominado el síndrome de chingas-de oquis", y es que no puede ser de ninguna otra forma, ya que me estoy metiendo unas chingas marca no mamar en la pista de tartán, las cuales de nada me están sirviendo en la hora de la verdad; espero -por mi bienestar mental-, que dicha racha se rompa este próximo día 7 de octubre del presente.


NaCl-u-2


Remo.