10 enero 2006

Pollo, chuleta y costilla.

Hoy por la mañana veníamos mi hermana y yo rumbo al centro de esta ciudad capital, por todos es sabido el tráfico infernal que se amontona en la Avenida Heroico Colegio y el consiguiente estrés con que iniciamos un día más de labores.

De sobra está decir, que atravesar esa avenida resulta realmente "heroico", no cualquiera soporta con estoicismo el ruido de los motores, el humo de los escapes, el sonido del claxon, los vendedores que aprovechan el rojo del semáforo para ofrecer mil y una cosas, etc.

También es un "colegio", porque le enseña a uno a desarrollar habilidades inimaginables, como lo describiré a continuación.

Pues bien, resulta que la mayoría de las veces nos toca hacer el alto frente a un puesto de color amarillo "piolín", cuyo menú anuncia con letras negras: "Pollo, Chuleta y Costilla Asada", lo observé, sonreí, lo leí en voz alta y de inmediato le compuse una porra a nuestro héroe nacional.

¡Pollo, chuleta y costilla!
¡¡Pollo, chuleta y costilla!!
¡¡¡Qué viva Pancho Villa!!!

Mi hermana como casi siempre, festejó mi babosada con una estentórea carcajada.


NaCl-U-2


Remo.

P.D. Lo que tiene uno que hacer para no amargarse el día. Y sí, ya sé, Pancho Villa no nació en Chihuahua, pero él eligió vivir y morir aquí, ¿Quien soy yo para quitarle su ciudadanía o su patria adoptiva?

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