No sueño que corro, sino que vuelo.
(Un cuento infernal... hecho realidad).
- ¡Hola! –me dijo ayer en sueños un fantasma de humo con un leve susurro.
- ¿Qué hay? – contesté con desgano sin dejar de caminar apresurado y observar de reojo a quien hoy por hoy estimo más.
- ¿Sabes?, he visto con angustia como lo miras sin cesar, estás siempre al pendiente de él, y eso me preocupa…
- ¿En serio?, no tienes porqué ciber espacio, salvo que insanos celos te estén haciendo hablar mal... aunque ahora que lo dices… es cierto, ese no es mi comportamiento habitual, nunca lo había sido; pero uno cambia, las cosas y las situaciones se alteran, nada ni nadie queda inamovible...
- Mira, no es que yo sea tu conciencia ni pretenda influir en tus decisiones, pero el estilo de vida que últimamente has tomado da mucho que hablar al resto de la gente; te perciben raro, extraño, lejano… no eres ya el mismo de antes; incluso tu familia y tus amigos murmuran entre dientes...
- ¡Bah!, por principio de cuentas que te quede bien claro esto: poco, muy poco o si no es que nada me importa lo que la gente vierta sobre mí en sus opiniones, aunque te concedo parte de razón, me he distanciado de ti, de mis amigos y familia por estar siempre con él, pero eso cambiará pronto.
- Bueno, pero acá entre nos, dime una cosa, ¿Lo amas o lo odias?, porque sólo así puedo explicarme el que estés encima de él cada momento.
- Ni lo uno ni lo otro, sólo lo utilizo, esto es sólo para mí una metamorfosis pasajera.
- ¿¿Qué??
- Cierto es que no soy ya el de hace un mes y que he cambiado imprudentemente de carril en la autopista de la vida tomando la vía rápida, pero el estar pisando el acelerador a fondo como hago por ahora no es algo permanente, sólo es cuestión de tiempo.
- Tiempo… a eso quería llegar yo…
- Tú no dejes de quererme, que en breve me desharé del que llamo por ahora “vicio” y ya verás que en breve volverán las aguas a su cauce.
- Eso espero, te lo digo en serio por tu propio bien. –dijo el espectro y comenzó a desvanecerse lentamente.
Desperté, abrí mis ojos y al instante como un autómata giré mi cabeza y ahí estaba él… ¡Qué alivio!, lo miré, lo acerqué hacia mí y le sonreí.
El reciente objeto de mi afecto me dio los buenos días y con su trío de manecillas me hizo señas de que aún disponía de entre tres y cinco minutos para dejar de ser por ese lapso esclavo de él... entrecerré los ojos nuevamente y disfruté un poco del dulce ensueño de la mañana, tal como lo haría un hombre con una jornada normal de trabajo.
NaCl-U-2
Remo.
- ¿Qué hay? – contesté con desgano sin dejar de caminar apresurado y observar de reojo a quien hoy por hoy estimo más.
- ¿Sabes?, he visto con angustia como lo miras sin cesar, estás siempre al pendiente de él, y eso me preocupa…
- ¿En serio?, no tienes porqué ciber espacio, salvo que insanos celos te estén haciendo hablar mal... aunque ahora que lo dices… es cierto, ese no es mi comportamiento habitual, nunca lo había sido; pero uno cambia, las cosas y las situaciones se alteran, nada ni nadie queda inamovible...
- Mira, no es que yo sea tu conciencia ni pretenda influir en tus decisiones, pero el estilo de vida que últimamente has tomado da mucho que hablar al resto de la gente; te perciben raro, extraño, lejano… no eres ya el mismo de antes; incluso tu familia y tus amigos murmuran entre dientes...
- ¡Bah!, por principio de cuentas que te quede bien claro esto: poco, muy poco o si no es que nada me importa lo que la gente vierta sobre mí en sus opiniones, aunque te concedo parte de razón, me he distanciado de ti, de mis amigos y familia por estar siempre con él, pero eso cambiará pronto.
- Bueno, pero acá entre nos, dime una cosa, ¿Lo amas o lo odias?, porque sólo así puedo explicarme el que estés encima de él cada momento.
- Ni lo uno ni lo otro, sólo lo utilizo, esto es sólo para mí una metamorfosis pasajera.
- ¿¿Qué??
- Cierto es que no soy ya el de hace un mes y que he cambiado imprudentemente de carril en la autopista de la vida tomando la vía rápida, pero el estar pisando el acelerador a fondo como hago por ahora no es algo permanente, sólo es cuestión de tiempo.
- Tiempo… a eso quería llegar yo…
- Tú no dejes de quererme, que en breve me desharé del que llamo por ahora “vicio” y ya verás que en breve volverán las aguas a su cauce.
- Eso espero, te lo digo en serio por tu propio bien. –dijo el espectro y comenzó a desvanecerse lentamente.
Desperté, abrí mis ojos y al instante como un autómata giré mi cabeza y ahí estaba él… ¡Qué alivio!, lo miré, lo acerqué hacia mí y le sonreí.
El reciente objeto de mi afecto me dio los buenos días y con su trío de manecillas me hizo señas de que aún disponía de entre tres y cinco minutos para dejar de ser por ese lapso esclavo de él... entrecerré los ojos nuevamente y disfruté un poco del dulce ensueño de la mañana, tal como lo haría un hombre con una jornada normal de trabajo.
NaCl-U-2
Remo.