Zipolite: mi paraíso personal...

Así se recibe al viajero en Zipolite.

El mar simple y sencillamente increíble, no había visto ese azul más que en Cancún, la arena es de un color dorado perfecto.

Aunque toda la playa de Zipolite es oficialmente nudista, este es el rincón favorito para hacerlo, lo llaman: La Playa del Amor.



Bellísima isla frente a la Playa del Amor.

Este es el hotel más alto de Zipolite, pero, ¿Quien quiere estar en el hotel teniendo una playa así?

Las olas sí que son bravas en esta costa, al igual que son bellas son peligrosas para los neófitos, sin duda todo un paraíso para quien gusta de practicar el "surf".

Desde la cima de una colina se divisa la bahía de Zipolite.

La isla misteriosa (cuando me saque la lotería voy a finacar mi residencia aquí).

Pues aquí nomás, gratamente disfrutando de la vista.

¿Cabeza de tortuga? se desconoce el autor de esta obra inconclusa, me recuerda un poco la playa Las Labradas de Sinaloa.

A pesar de la hermosura de la bahía de Zipolite y de la Playa del Amor, a mí me gusta más este pequeño rincón de playa (lo que se ve en la foto es lo que hay) , sólo son unas palmeras a la orilla del mar y un breve espacio para acostarse a tomar sol.

Totalmente selvático y natural, ¡Que paz se respira ahí!

El famoso arco de Zipolite, recuerda un poquito al de Los Cabos en Baja California Sur.

No resistí y lo tomé entre mis manos, luego lo dejé justo donde lo encontré.

El nudismo se practica libremente y con total naturalidad de día y de noche... ya sea a plena luz del sol o bajo la luna y las estrellas con una hoguera sobre la que se ejecutan danzas tribales y arriesgados saltos (recuerden, uno está totalmente desnudo).

El atardecer en Zipolite es fascinante.

Interior y exterior de iglesia de Pochutla.

No me quería ir... lo juro... Ah, pero volveré en este verano, ¿Alguien se apunta?

NaCl-U-2


Remo.