16 enero 2006

Primera de tránsitos.

Verano de 1993, un lunes, 17:40 P.M. Circulaba en mi viejo Mustang modelo 77, mientras repasaba mentalmente las probables preguntas bajaba por la colina de la Avenida Independencia para desembocar en la Avenida 20 de Noviembre.

¡Diablos!, ¡Voy a llegar tarde al examen!, ahora sí que me va a chupar la bruja y todo por que a mi jefa se le ocurrió que la llevara a buscar a su novio, si yo tenía planeado salir del trabajo bien, con buen tiempo... (Sin apenas notarlo el auto con la bajada comenzó a ganar velocidad).

De repente un oficial de tránsito me hace la señalización de alto. Me estaciono y bajo la ventanilla.

- Joven, ¿No se le hace que va muy rápido?

- Tiene razón oficial, pero es que tengo examen.

- Lo voy a tener que infraccionar.

- Ni modo, hágala.

- (Observando todos mis apuntes revueltos en el asiento del copiloto) ¿Es estudiante verdad?, bueno, lo voy a dejar ir pero tenga más cuidado por favor.

- Gracias oficial. (Pensando solamente): Todavía hay gente buena en este mundo.

Manejo despacio, llego a la Facultad y el examen se pospone hasta el día siguiente porque mi maestro no se presentó.


NaCl-U-2


Remo.

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