Grrr.

Detesto esa barra en la parte de arriba donde dice: "BUSCAR BLOG", "MARCAR BLOG", "Siguiente blog", "Crear un blog", "Acceder"... ¿Alguien sabe como quitarla?

En la antigua versión logré desaparecerla pero ahora el truco no me funcionó, agradezco de antemano sus consejos.

...

Después del exabrupto lo bueno del fin de semana:

1.- Quiero agradecer públicamente a la chica propietaria de un automóvil con placas de los Emiratos Árabes Unidos que de vez en cuando entra aquí a leer y a comentar, (no escribiré tu nombre, y sólo daré de pista que tu página empieza con la letra "W", termina con la letra "a" y enmedio dice "ebit", je, je, je ), damita, que rico es departir contigo y compartir una taza de chocolate caliente, en verdad te digo que me hiciste pasar unos momentos muy agradables el pasado viernes, ya no me acordaba de lo bueno que es reír como loco.

2.- Mención especial para el "Reportero del crimen", que también estuvo presente. Mi chavo: que bueno que nos acompañaste, sabes amenizar muy bien las charlas.

3.- Ví la película filmada en Veracruz cuyo productor Mel Gibson, ha sido atacado mucho por su supuesta "degradación" de los mayas. Bah, quienes eso dicen seguro no han estado nunca en Chichén Itzá ni en Bonampak, ya que claramente los relieves y murales muestran decapitaciones y extracciones de corazón (cosas horrendas para este católico país). Me hubiera gustado más si el rey maya se hubira transpasado el pene con espinas y la princesa se hubiera perforado la lengua y la nariz y que con una soga se provocara una pequeña hemorragia, porque la sangre real era aún más preciada a los dioses (Favor de visitar Tikal, Palenque y Uxmal para ver estelas de piedra con estas representaciones).

"Apocalypto", no muestra sino la realidad de las cosas: Entre los imperios como entre las personas el pez gordo siempre se come al chico, (Ver más información en Irak), un poco exagerado el número de cuerpos sacrificados, pero recordemos que los aztecas practicaban las llamadas guerras floridas con los tlaxcaltecas con el único fin de capturar guerreros para sacrificarlos. Eso sí, innecesaria la escena de persecución en la selva, pero pues es lo que vende en estos tiempos. En términos generales me gustó la película, y hasta entendí palabras en lengua maya como: Suku´un, balam, ixchel, y otras pocas.

5.- Me fui de viaje solo (qué raro) el sábado a la ciudad que se precia de ser la puerta de entrada a la Sierra Tarahumara, necesitaba sentir de cerca la buena vibra de mis amigos y amigas de la montaña y respirar aires más puros para oxigenar mi cerebro y así establecer un nuevo orden de ideas.

6.- Manejando por el centro de la ciudad me encontré a mi buen amigo Gil, quien se dirigía a pie hasta su lejana casa después de un arduo día de labores, así que lo invité a subir a mi auto y llevarlo hasta su hogar, no era cosa de dejarlo vagabundear a temperatura bajo cero.

7.- La fiesta en el antro duró hasta las cuatro de la mañana, bailé, canté y hasta ligué...

8.- El menudo que preparan allá como desayuno es de lo más delicioso que puede cocinarse en estas latitudes (repetí platillo... ¡tres veces!).

9.- Jugué una broma pesada: y es que mi jefa laboral también andaba en aquellas tierras, yo la veía a través de un ventanal polarizado y le comencé a mandar mensajes anónimos de celular diciéndole qué ropa traía puesta, lo guapa que estaba y cosas bonitas para toda mujer (ella no tiene registrado mi número), fue muy divertido y gracioso ver sin ser visto, y observar la desesperación que alguien puede llegar a sentir ante tal situación, llegó a tanta su curiosidad que me marcó, y ya no soporté la risa y le dije donde estaba y quien era.

10.- Asistí a un bautizo en Cd. Cuauhtémoc, (y por consiguiente a la fiesta de celebración) donde me reencontré con personas a quienes quiero bien y mucho, mucho, mucho.

Con la misma urgencia que tendría una tortuga en abandonar su plácido estanque para caminar sobre un comal ardiente, me dí el gratuito lujo de observar un atardecer desde lo alto de una colina y de emprender el regreso a esta jungla de asfalto ayer por la noche.

Si, estoy feliz, y me acaban de decir en mi trabajo que estaré ausente toda la semana, así que probablemente mi próximo texto salga hasta el martes de la siguiente semana.

Háganme un favor: Vean un atardecer a solas, ah, pero antes fíjense que no escribí el punto número 4 (prisas de ciudad).


NaCl-U-2


Remo.

Navega...

Navega barco navega,
a contraviento y marea.

Si la brújula se ha roto

me guiaré por las estrellas,
si las nubes las ocultan,
confiaré en La Providencia.

Pilotaré a toda vela,
mi timón y mi conciencia
y aunque el vendaval arrecie
buscaré la mar serena.

No dejaré que me arredren
los monstruos de esta Odisea,
ni Circe con mil condenas
me alejará de mi meta.

Llegaré a puerto seguro
a pesar de las contiendas,
descansaré las cadenas
y el ancla sobre la arena.

Navega barco navega,
a contraviento y marea.


NaCl-U-2


Remo.

Mira si es cruel el destino…

Hoy sin más ni más, al cruzar la calle por una esquina de reojo te vi.

Cincuenta y cuatro días no fueron suficientes para suturar esta herida que a toda costa intenté cicatrizar con alcohol y que hoy ante el más mínimo suspiro comenzó a sangrar de nuevo.

Lucías radiante y mi corazón de tan loco quería escaparse de mi pecho y estar junto a tí.

Quise acercarme a saludar, abrazarte y sentir el calor de tu cuerpo, besarte y decirte al oído mil cosas como en los viejos tiempos, pero no lo hice... no me atreví.

Pensarás que me he vuelto un ser insensible o peor aún, un cobarde ser.

Te miré y me quedé como el ángel que adorna la Plaza Mayor: helado y muy quieto.

Recordé que minutos antes de salir de mi oficina, alguien o algo que bien no me quiere sino que me quiere mal, me obligó a permanecer en ella.

Primero salí a la puerta, pero había olvidado un reporte de prueba, (raro, muy raro en mí que para eso tengo memoria de elefante), regresé apresuradamente por las hojas e intenté salir de nuevo, pero el gélido viento me obligó una vez más a retornar a mi cubículo para colocarme unos guantes y una bufanda, (no es cuestión de enfermarme en el cumplimiento de mi deber).

Estando ahí, esperando a que cambiara la luz del semáforo, primero te emparejaste a mí y luego diste tres pasos al frente e intentaste cruzar la calle aunque la luz verde de los autos te impidió seguir; con prisa y cierta vergüenza volviste sobre tus pasos a la acera.

Me dirigiste una pequeña mirada a los ojos, los apartaste de mí rápidamente y me diste la espalda, no me molestó eso para nada, inmóvil como me encontraba, lo que realmente me lastimó fue que tomaras con mayor fuerza el brazo de tu acompañante.

Te conozco demasiado bien, sé que querías escapar de ahí a toda costa, a como diera lugar.

En cambio yo quería que el mundo desapareciera y que quedáramos solos aunque fuera un minuto, para deleitarme al verte y hablarte un poquito, así, frente a frente y en privado como hacen el sol y la luna cuando hay un eclipse.

Mira si es cruel el destino, porque cuando la luz cambió a rojo y di un paso al frente, con mi pie derecho distraídamente pisé una de las cintas de mi otro zapato que seguro con la expectación de ese encuentro se desabrochó y me hizo tropezar torpemente frente a los demás.

Ese inesperado suceso me distrajo al instante de los estúpidos celos que ya se arremolinaban sobre mis crispados puños, lo sé, lo sé... no tengo el más mínimo derecho a sentirlos, pero bien sabes que en este loco corazón no se manda, y que a veces me dicta instrucciones que difícilmente yo mismo puedo comprender segundos después.

Con paso apresurado y sin voltear hacia atrás te alejaste rápidamente de la escena donde se desarrolló mi pequeña tragedia mientras la estatua del ángel comenzaba a girar sobre su base y desde lo alto comenzó a aletear con rabia una brisa glacial, me envolvió en un abrazo polar y al oído me dijo: Sigue, sigue tu camino.


NaCl-U-2


Remo.

El desfile.

Hace unas cuantas noches saliendo de un bar, al volante este servidor (que no iba tan servido, pero si con ganas de cotorrear), mi amiga Sonia de copiloto y en el asiento de atrás mi amigo Elpidio.

Elpidio: - ¿Qué güey, por qué te detienes?

Yo: - ¡Hip!, ¡De aquí no me muevo hasta que termine de pasar ese desfile de tortugas!

Sonia: - ¿Cuáles tortugas?, ¡Son unas boyas en la calle!

Elpidio: - ¡Tas cabrón!

Los tres: - Ja, ja, ja.


NaCl-U-2


Remo.

Ellos.

(Un cuento infernal).

Cierto día que estaba platicando con mis amigos, al calor de las cervezas Julián dijo:

- Dicen que en la Laguna de Bustillos se aparecen ovnis de vez en cuando.

Me burlé bastante de su estúpida afirmación, siempre he sido un hombre incrédulo al cual le gusta aplicar lo de “ver para creer” y lo que es más; muchas veces he estado yo solo en ese sitio pescando y jamás he visto nada fuera de lo normal, así que con sorna dije:

- El próximo sábado iré a pescar ahí, si algún valiente quiere acompañarme considérese invitado, si no, pues… comprenderé…

Nadie dijo nada, al parecer el reto los intimidó, en realidad no me importó que rechazaran la invitación, ya que la pesca en solitario me proporciona un placer mucho mayor.

…

¡Sábado al fin!

Desde temprano llegué a la laguna, me aproximé a la orilla y boté mi lancha acuática para dirigirme al centro.

Son las 11:30, casi el medio día, a punto de llegar al cénit los dorados rayos del astro rey caen de lleno sobre mi persona inundándome de paz y energía.

Ni un solo ruido interrumpe mi meditabunda pesca, estoy tranquilo, relajado, alejado de todo bullicio, ni siquiera el celular ha timbrado, cosa que me asombra…

De pronto, alcanzo a mirar de reojo que una lancha se aproxima lentamente con el motor apagado, sin ruido.

Me parecen personas conocidas, son una joven pareja, sí en definitiva los he visto en televisión.

Ella es una famosa actriz, porta un diminuto bikini azul. Discretamente apenas si me ha dirigido una leve mirada a través de sus gafas de sol, está más preocupada en untarse bronceador para adquirir un hermoso color sobre su piel que de mi incómoda presencia.

Él es un presentador de un programa de concursos y me saluda con efusividad:

- ¡Quihúbole compa! –y estaciona su vehículo acuático a escasos centímetros del mío.

- ¡Hola qué tal! –contesto con disimulado interés por entablar plática con alguien famoso.

Le dirijo una enorme sonrisa a la chica y ella me corresponde; de pronto un zumbido parecido al que produce una colmena de abejas me distrae, miro hacia el cielo y observo un disco de color plateado que compite en brillo con el sol.

El objeto se estaciona justo sobre mi cabeza, intento desviar la mirada de él pero no lo logro, me ha hipnotizado, tampoco puedo hablar, me he quedado mudo; mi único consuelo consiste en saber que tengo testigos del hecho, aunque mis recientes vecinos han de estar tan pasmados como yo.

No sé que me ocurre, al mismo tiempo que quiero apartar los ojos no lo logro, mi cerebro ordena a mi cuerpo que se mueva, pero éste se niega rotundamente a obedecerme, estoy tan quieto como una estatua.

Por fin, después de un descomunal esfuerzo físico y mental logro apartar mi vista de ese objeto brillante, un segundo más y hubiera quedado ciego por el intenso resplandor de aquella cosa.

Con los ojos cansados y viendo miles de estrellitas intento identificar a la pareja de famosos en su lancha, pero no observo nada, algo anda mal…

Me restriego los ojos varias veces y enfoco nuevamente.

En el lugar en donde yo suponía que deberían de encontrarse los jóvenes enamorados sólo se ven unos hierros corroídos, mohosos y retorcidos que sobresalen del agua, sin duda esos fierros alguna vez pertenecieron a una nave acuática, pero… ¿Dónde están ellos?

Embotado, mi cerebro no alcanza a razonar…

¿Por qué esta absoluta obscuridad que me rodea?

Asustado, por puro instinto volteo de inmediato mi vista al cielo, para ver si el objeto luminoso sigue ahí, pero éste ha desaparecido, y en su lugar sólo un banco de nubes muy espeso y la niebla que asciende en gran manera pretenden ocultar la luna llena, mientras el reloj de mi celular sigue marcando las 11:33 A.M.


NaCl-U-2


Remo.

¡Hola, soy yo!

(Segunda parte).

- ¡Caray!, pensè que hoy no me ibas a visitar, como siempre estàs tan ocupado...

- ¿Y còmo no hacerlo?, hoy es tu primer cumpleaños, no podrìa pasar por alto una fecha tan importante.

- Dime, ¿Què opinas de mì despuès de trescientos sesenta y cinco dìas?

- Te lo dirè con sinceridad: eres fantàstica, te has convertido en una terapia excepcional, me has permitido expresarme de una forma como jamàs hubiera imaginado, a travès tuyo he conocido personas con una gran inteligencia y un modo de vivir intensamente, eres una veradera maravilla.

- Gracias. Te agradezco porque me has dado nuevos hermanitos y hermanitas.

- Asì es, gira tu rostro a la derecha, ahì se encuentran tus aliados, tu nueva familia, ellos por orden alfabètico son: CAD, Enigma, Ex a uachos, Homo Rodans, Ka!, Kabeza, Klept0, Magda, Mily, Pinko, Poly, Roberto Pardo, Tautina, Sivoli, Webita y XK, y no dudes que la lista siga creciendo...

- Oye, me has mudado de ropa y cambiado de direcciòn.

- Sì, cuando vivìas allà en bitacorae el acceso era difìcil, era un barrio altamente inestable, no podìa uno transitar tranquilamente, ahora en blogger, la situaciòn ha cambiado para bien, y por consiguiente considerè necesario cambiarte de colores.

- ¿Te fijas lo que he crecido?

- En efecto, te has estirado bastante y es que he trasladado todos los antiguos textos a tu nuevo dominio, me llevò algo de trabajo hacerlo, pero lo logrè. Lo ùnico que no he podido salvar son los comentarios que tan amablemente los lectores hicieron allà.

- Ni hablar la felicidad no siempre es completa.

- Quizàs, pero hablemos de cosas agradables, por ejemplo: ¡¡¡Feliz cumpleaños!!! bitàcora mìa.

- Gracias.

- Al contrario, gracias a tì.

P.D. Si alguien desea leer el inicio de esta conversaciòn le sugiero que vaya al primer texto titulado "¡Hola, soy yo!" con fecha 06 de Enero de 2006.

Es extraño, pero al volver a leer mis escritos tuve sentimientos encontrados. Me sentì algo raro, como que era yo y no era yo al mismo tiempo el autor de aquellos textos. Supongo que la edad nos hace ver las cosas diferentes, sin embargo, al publicarlos aquì, he roto el cìrculo vicioso que tanto me persiguiò por mucho tiempo hasta hace un año, ya que no tuve valor para destruir lo anteriormente escrito ni mi antigua bitàcora.


NaCl-U-2


Remo.

Decreto de año nuevo.

Habiéndome el tiempo apremiado hoy tengo a bien ordenar mi mundo y efectuar el siguiente decreto:

1.- Que las causas y efectos de enfermedad que con perseverancia y saña inaudita a menudo me aquejan cual desalmados forajidos; sean capturados, apresados y encerrados en los calabozos más recónditos bajo mil candados para que no se les vuelva a ver; y que la fortaleza y la vitalidad ocupen desde ya sus lugares y me colmen de bienestar.

2.- Que los viejos arcones vacíos en donde sólo el polvo de la miseria ha quedado; sean desarmados y destruidos con singular alegría y diligencia, para que en su lugar se construya una bóveda única, de tal tamaño y magnitud que sea capaz de contener la prosperidad, la abundancia y la riqueza que ya se aproximan en raudos corceles a tocar mi puerta.

3.- Que el dolor, el sufrimiento y el llanto causados por los desencantos pasados; sean desterrados de forma inmediata, y que queden en definitiva fuera del alcance de mi puño vengador; que se les dé alojamiento permanente a la ilusión, a la amistad, a la dicha y a la felicidad a fin de que sienten sus reales, se enraicen y desarrollen en tierra fértil.

Ordeno con severidad que se abran las puertas de mi reino a la salud, al dinero y al amor.

Yo, el rey de este mar de sueños.


NaCl-U-2


Remo.