18 enero 2006

El domingo atípico.

Debido a mi completa y absoluta falta de responsabilidad fui dejando pasar el tiempo.

Algo sumamente extraño en mí, porque las veces anteriores que he tramitado mi credencial para votar (Debido sobre todo a mis continuos cambios de domicilio), lo he hecho inmediatamente, incluso con meses de anticipación al vencimiento del plazo que otorga el I.F.E.

En esta ocasión ocurrió justo lo contrario, de pronto era domingo 15 de Enero de 2006, entreabrí los ojos con esa indecisión que provoca entre el saber que algo importante se te ha olvidado y el dulce sueño de la mañana que te llama a gritos a seguir soñando sobre tu almohada. Eran las 07:23 A.M.

De un salto me incorporé y me dirigí al cuarto de mi hermana, toqué tres veces a la puerta al tiempo que le decía:

- ¡Flor!, hoy es el último día para tramitar la credencial. – Con esfuerzo pude distinguir la voz de mi hermana que me contestaba.

- Grr mrr brr.

- ¡Qué bueno que estás de buen humor! , pero no me hables en alemán, dime nada más si vas a ir o no. No tengo tiempo para esperarte, en veinticinco minutos me voy.

- ¡Ahí, voy! (Gritando).

Más rápido que inmediatamente me fui al baño, ni modo, no tengo tiempo para bañarme, así que me ejecuto uno de mis famosos baños rancheros, (Ya saben, se lava uno la cara, las manos, los brazos y los sobacos, no olvidando echarse abundante agua en el cabello para aplacar los remolinos).

En menos de lo que canta un gallo mudo, ya estaba en la mesa desayunándome un delicioso licuado de guayaba. Desde el segundo piso oía a mi hermana lamentarse.

- ¡Chihuahua!, ¡Qué flojera!, ¡Y en domingo!...

Salimos justo a las 07:50 y nos fuimos directo al módulo de atención, llegamos a las 07:58.

- Buenos días señores, ¿Son ustedes los últimos de la fila? – pregunté cortésmente.

- No, usted va detrás de esta señorita, nosotros nada más estamos platicando.

- (Pensando solamente): Caramba, con el frío que hace y estos señores platicando en domingo por la mañana, de verdad que hay gente que no tiene nada que hacer.

Nos entregan un formulario con los números 45 y 46.

- ¿Y usted cuánto tiempo tiene en la fila? – le pregunto a la señorita que está delante mío.

- Yo llegué a las 07:30, pero si he sabido salgo más tarde de mi casa, en media hora ustedes son los únicos que se han formado.

Durante cuatro largas horas permanecimos en la fila y por fin entregamos el formulario y la antigua credencial para votar, nos dicen que esperemos un momento y que ellos nos llamarán para tomarnos las fotografías y las huellas dactilares.

Es increíble los comentarios que las personas hacen el tiempo que dura uno en la fila:

Persona A: - ¡Qué bárbaros, cómo duran!

Persona B: - ¿Qué creen que no tengo nada que hacer?

Persona C: - ¡Bola de huevones, de seguro están platicando!

Persona D: - ¡Claro, tomándose su cafecito rete a gusto y uno aquí aguantando el frío!

Persona E: - ¿Por qué mejor no hacen una fila con numeritos?

Persona F: ¡Ajá!

Persona G: - ¡Oiga!, ¿Porqué la pasa a ella si va detrás de mí?

Señores, señoras, jóvenes, señoritas, público en general: El hecho de que se tarde uno mucho en la fila no es más que culpa de uno mismo.

Bastaba ver como algunas personas al momento de llenar el formulario no sabían entre que calles vivían, obviamente al llegar a entregar los papeles, los encargados revisaban la dirección en mapas que de lo desgastados ya parecían los legajos de Cristóbal Colón.

Encargada: - ¿Entre que calles vive, señor?

Persona H: - Pos no sé.

Otros, iban a hacer su cambio de dirección, pero no llevaban un comprobante de domicilio. A pesar de que un encargado se la pasó horas enteras diciéndole a las personas que estaban en la fila, que era necesario un recibo de luz, agua, teléfono, gas, licencia de manejar, etc.

Encargada: - Señorita, no le puedo recibir su documentación si no me trae un comprobante de domicilio.

Persona I: - Ufa, ¿Pues entonces para qué están ustedes?, ¿Qué creen que a uno le gusta perder su tiempo?

No faltan nunca los “expertos”, que aportan miles de ideas, aquello parecía un concurso de estupideces, lo peor era que ante cada “propuesta”, se escuchaba un coro unánime de aprobación de los demás aspirantes al campeón de pendejadas.

Persona J: - Oiga ¿Y qué tal si nos da un papelito y venimos mañana?

Personas K, L y M: - ¡Sí, sí, sí, yo lo apoyo, esa es muy buena idea!

Encargado: - Señores, eso es imposible, el I.F.E. es un organismo a nivel federal, hoy es el último día, no se pueden hacer excepciones.

Persona N: - ¡Para eso me gustaba!, ¡Pinche gobierno!

Ante tantas idioteces, yo decidí sentarme en la banqueta, cuando el sol me dio de lleno, y recordé un adagio que dice: “Si la vida te da limones, pues haz limonada”, así que me puse mis lentes de sol, me recosté tan a gusto que casi se me olvida que estaba haciendo ahí, y a lo lejos alcancé a oír unos comentarios:

Persona Ñ: - ¿Y éste?, ¿Qué cree que está en la playa?

Persona O: - ¡Nada más falta que se ponga bronceador!

Persona P: - ¡Si quieres te traigo un coco!

Afortunadamente, lo que las personas opinen de mi persona o de mis actos hace mucho tiempo que me lo paso por el arco del triunfo, en pocas palabras me valen madres.

- ¡Carnalita, se me antoja un café capuchino!, ¿Quieres uno?

Compré dos capuchinos y me dediqué a tomar el sol durante media hora, al rato muchos de los que “criticaban” mi actitud playera, terminaron imitándome.

Persona Q: - ¡Ay, que rico se recuesta uno!

Persona R: - Aquí da el solecito bien suave, vente (Dirigiéndose a la persona S).

Persona T: - ¡Háganme campito, yo también quiero asolearme!

Persona U: - ¡Mquela!, ya no cupe…

Mexicanos y mexicanas:

1.- Si a ustedes no les gusta perder el tiempo el último día para tramitar su credencial para votar, pues simple y sencillamente vayan antes.

2.- Ahora que si ya es el último día, ármense de paciencia.

3.- Si los encargados pasaban a personas que estaban en la fila detrás de uno era porque o eran mujeres embarazadas, o eran personas de la tercera edad o bien eran personas minusválidas. ¡Qué poca sensibilidad la de algunos!.

4.- El último día para tramitar la credencial era el 15 de Enero, ¡No hay prórrogas! Si para esto que es gratis quieren plazos, ya me imagino a la hora de pagar la renta…

“Por esto y muchas cosas más”, como dice la canción, ese domingo fue atípico, por supuesto que al momento de tomarme la fotografía, mostré una de mis mejores sonrisas, bastó con que me acordara de mi actitud playera, para que los malos momentos se me borraran como por arte de magia, total, ya iba de salida, ¿O ustedes creen que estar escuchando comentarios de personas amargosas y amargadas es suficiente para que arruinen mi día?, ¡Jamás permitiré eso!, pero eso sí, no volveré a dejar para el último día lo que puede hacerse con anticipación.


NaCl-U-2


Remo.

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