24 abril 2006

Desnudos artísticos.

Cuando Spencer Tunick llega a una ciudad más de una viejita santurrona se santigua, este fotógrafo recorre el mundo invitando a la ciudadanía a posar desnuda en sus múltiples cuadros.

En la ciudad de México le negaron el permiso de hacerlo, -y eso que a decir de los habitantes de esa metrópoli, ellos son muy liberales-.

Algunas de las personas que en esas reuniones convergen, lo hacen por morbo, otros sin duda consideran que es un buen lugar para ligar un buen cuero, o incluso habrá quien se imagina que los ahí presentes son presa fácil de invitaciones a orgías o demás perversiones.

Nada más alejado de la realidad, la mayoría de las personas que ahí asisten no lo hacen con un afán sexual, únicamente desean mostrar su cuerpo al natural, son seres que saben bien quienes son y algunos lo hacen hasta por rebeldía.

Tunick sabe que su trabajo levanta polvo por donde pasa, en Chile le concedieron el permiso de fotografiar, pero algunos activistas religiosos se opusieron y trataron de impedir el evento, afortunadamente la mayoría de los chilenos mandaron por un tubo a los líderes cristianos de ese país.

Desde niño a mí me enseñaron a admirar las magníficas estatuas griegas de hombres y mujeres como una muestra de exposición ante la belleza y perfección que puede tener un cuerpo humano desnudo, debo decir que a diferencia de los demás niños de mi edad el interés malsano nunca estuvo presente en mi mente.

Ejemplos abundan, no se concibe la pintura española sin “La Maja Desnuda” de Francisco de Goya y Lucientes, por ejemplo, aunque se dice que cuando la estatua de “La Diana cazadora” se develó en el Distrito Federal, no faltó quien protestó y las autoridades decidieron colocarle una falda, ante el enojo del escultor y de la mujer que había posado para ese monumento.

¿Porqué las personas se escandalizan tanto cuando ven un cuerpo sin ropa?, hasta donde mis limitados conocimientos alcanzan, todos nacemos así, por lo tanto es natural, ¿Porqué hay gente que hasta presume en fotografía los cuerpos desnudos de sus hijos en su primera infancia y se escandalizan al ver una mujer en ropa íntima?, no lo entiendo, yo considero que entre más se asusta una persona al ver un cuerpo en traje de Adán, más negra y sucia tiene su conciencia.

Cierta vez escuché a una mujer decir al ver una revista de Nacional Geographic:

- ¡Las mujeres africanas deberían cubrirse sus pechos!, ¡¡Se les ve todo!!, ¡¡¡Qué vergüenza!!!

Vaya ignorancia de la dama, pretender juzgar a una persona que habita a miles de kilómetros de ella sólo por su forma de no vestir, me provocó risa y al mismo tiempo espanto.

Risa porque sin duda su cerebro fue bombardeado desde pequeña con ideas de que cualquier desnudo es malo, cosas del Diablo; y espanto porque eso es una muestra de intolerancia ciega, férrea, estúpida, ¡Mira que sentir vergüenza por personas que ni conoce!, a decir verdad esa viejita a mí sí me dio pena ajena.

Ese tipo de pensamientos retrógrados no son sino resultado de la herencia cristiana que nuestros mayores nos inculcaron, no digo que uno deba andar desnudo en todos lados (porque el clima a veces no es benévolo), pero tampoco deberían de avergonzarse el hacerlo por ejemplo en una playa nudista.

Si bien es cierto que muchas mujeres mexicanas se dicen muy liberales, jamás aceptarían posar para una revista como las féminas africanas, mucho menos serían capaces de exponer al sol sus pechos en una playa como normalmente y sin ninguna mala intención lo hacen las suecas, claro que tenemos el otro reverso de la moneda, donde para las mujeres musulmanas, las mexicanas serían unas auténticas descocadas, locas y atrevidas.

Recuerdo a mi amiga Rosa que cierta vez que fue a Puerto Vallarta, le daba mucha vergüenza utilizar un traje de baño, y se la pasó con una toalla anudada en su cintura para no mostrar su bikini a los bañistas, ah, pero eso sí, aquí en Chihuahua usa unas minifalditas, que no dejan nada a la imaginación. ¿No es raro que nuestra moral cambie de un lugar a otro?

Cierta vez me contó mi amigo Svein, que en Noruega en las clases de educación física hombres y mujeres ingresan a las duchas sin ropa, se asean todos juntos y ellos desde pequeños lo ven muy natural sin ninguna clase de morbo, contrasta fácilmente esa información al saber que en Arabia, donde las mujeres se cubren el cuerpo a más no poder, ocurren tantos delitos contra las mujeres que ese país tiene muy altos índices de violación.

Hace poco escuché una conversación donde un chavo le decía a su amigo:

- Yo veo la telenovela de RBD porque salen unas muchachas bien buenotas.

Su amigo le dijo:

- ¡Cómo eres pendejo!, mejor vete a rentar una computadora en un ciber café y disfrutas una hora de buen porno en vez de ver esas historias para imbéciles.

¿Díganme si a ustedes no les hubiera causado gracia ese razonamiento?

Yo hasta le concedí la razón, si quieres ver sexo, pues acude a donde de verdad lo encuentras, ¿No?

La próxima vez que yo visite Tulum, Quintana Roo, o Zipolite, Oaxaca, voy a ir a las playas nudistas, nunca he estado en una y no creo sinceramente que estando allá me arrepienta de hacerlo, además como que ya tengo el criterio y la edad suficiente para saber lo que hago.

Aunque ya saben lo que se dice de una playa nudista: “Ahí se desnuda la gente que precisamente uno no quiere ver desnuda”, esto claro, en franca alusión a cuerpos demasiado viejos y poco atractivos.


NaCl-U-2


Remo.

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