03 julio 2006

Orgullo.

El día de ayer fui funcionario de casilla, es la primera vez que participo en un proceso de esa magnitud, aunque siempre he votado, me tocó vivir la experiencia desde otro punto de vista.

Muy cansado llegué anoche a mi casa, pero con la satisfacción de ver que en la casilla el ambiente entre los funcionarios, representantes de partidos y observadores del IFE fue muy educado, cordial pero sobre todo limpio y transparente.

Todo mundo estuvo de acuerdo en la casilla del triunfo indiscutible de un partido sobre los demás, no hubo reclamaciones ni altercados, las boletas fueron contadas en presencia de todos, cuidamos sobre todo que brillara la transparencia en cada paso del proceso electoral.

Cabe aclarar que todos los partidos políticos y coaliciones obtuvieron sus votos, incluso un candidato independiente también los tuvo.

Me llenó de satisfacción apreciar que el abstencionismo fue derrotado, el 54.58% de las personas asignadas en esa casilla acudieron a votar.

Curiosamente, todos quienes nos encontrábamos ahí era la primera vez que fungíamos como funcionarios, por lo que la novatada no se hizo esperar, como por ejemplo que momentos después de instalar la mampara se nos cayera en dos ocasiones, pero eso fue solucionado inmediatamente ante la inevitable risa de la fila de votantes, lo cual sirvió para desaparecer la tensión, si es que alguna vez la hubo en ese lugar.

Todos compartimos alimentos y la camaradería del mexicano no se hizo esperar, incluso la madre de la presidenta de la casilla llegó con sendas charolas de pistaches, camarones secos, carne seca, limones, cacahuates, y demás cosas, por lo que la comelitona estuvo de antología.

Yo por mi parte llevaba una hilera de nieve seca con naranjas, botes de agua, sándwiches, pan, pipitorias, jugos y hasta papitas, por lo que comencé por repartirle a todo mundo y en momentos las dádivas se me regresaron.

Hubo momentos enternecedores, por ejemplo observar a un minusválido en silla de ruedas acudir a sufragar, que decir de un invidente que tomó sus boletas en Braille para ejercer su derecho, o por ejemplo una anciana que llegó con una andadera y pidió de favor una silla después de votar para sentarse a descansar un buen rato, yo le ofrecí un frasco con agua para que se repusiera, acto que la viejecita me agradeció atentamente.

Me gustó el hecho de que varios jóvenes con dieciocho años recién cumplidos ejercieran su voto, ojalá y que muchos otros sigan su ejemplo, sólo con la participación ciudadana se puede mejorar este país.

Al momento de contar los votos, no pudimos sino soltar varias carcajadas, pues en el recuadro para presidente del Sr. Roberto Campa no había una cruz, una palomita, un círculo, una raya o cualquier otro símbolo que indicara su preferencia, sino el dibujo de un corazón, ese voto por supuesto que contó, no era cosa de anularle a una enamorada o enamorado (no se sabe) su romántica decisión.

Hubo un voto que consideramos anulado porque el elector se agarró marcando con una “x” todos y cada uno de los cuadros de los candidatos y para rematar dibujó una enorme “X” de esquina a esquina en toda la hoja.

Ayer a las once de la noche el IFE se abstuvo de emitir un comunicado indicando quien era el ganador, lo cual me parece muy prudente, pero hoy en la mañana muchas personas piensan que se está tramando un fraude electoral, lo cual me indigna sobremanera, porque quizá el IFE sea la única institución honesta en este país, y yo como participante de él el día de ayer, me siento con todo el derecho de decir que di fe de un proceso electoral limpio, y al decir que hay trampa indirectamente también a mí me están llamando mentiroso y tramposo, cosa que no toleraré ni permitiré, ya que muchos de los que denuncian un supuesto fraude, jamás han estado en una casilla como funcionarios o lo que es peor, nunca han votado.

Tengo en mi poder anotado con pluma los resultados de la casilla, y tengan la seguridad que si esos resultados no coinciden con los que se publiquen en la página del IFE, yo seré el primero en denunciarlo a los cuatro vientos, pero sé de antemano que ello no ocurrirá.

Será hasta el miércoles que sabremos los resultados finales, gane el que gane, le deseo suerte al tomar las riendas de este país, y si alguna vez me invitan nuevamente a participar con mucho gusto lo haré, porque contribuiré voluntariamente al desarrollo democrático de mi país.

En su momento me di mi tiempo para votar, aunque no les diré por quien, ya saben, el voto es libre y secreto, y si tú no lo hiciste probablemente te perdiste el derecho de escribir en una página de la historia que quizá no vuelva a repetirse.

Por lo pronto me tocó ser ya parte de la más reñida competencia electoral de México, y anoche pude dormir en paz, con la tranquilidad de saber que contribuí con un minúsculo granito de arena para que este país sea cada vez mejor, así que hoy me levanté con los ánimos renovados, es sin duda el poder y la fuerza que nos proporciona un sueño reparador, el sueño de los hombres justos.


NaCl-U-2


Remo.

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